dijous, 24 de desembre del 2009

Entrar a Dublín



























Una de las cosas más típicas de Dublín son sus numerosas puertas de diferentes colores que adornan las grises calles los días de lluvia. Antes, eran símbolo de diferencia social. Las puertas de colores indicaban que dentro vivía una familia benestante, por esta razón, encontraréis zonas en las que este tipo de puertas son mayoría respecto a otros puntos de la ciudad (por ejemplo, hay la visión irlandesa que el sud es la zona rica mientras que el norte es la zona de las clases medias y trabajadores).

Aunque hay miles de ellas, de centenares de colores y formas, os dejo sólo con pocas para que os entre el apetito.

-¡Toc, toc!
-Entra, pasa. Vas a ver Dublín.

Howth: corazón de pescadores

Howth es un pintoresco pueblecito costero enclavado en una pequeña península en un extremo de la misma bahía de Dublín y, por tanto, se puede llegar a él cogiendo el tren desde la misma capital irlandesa.

Es un lugar perfecto donde poder ver, aunque sea un poquito, lo que todos tenemos en mente cuando pensamos en Irlanda: praderas verde esmeralda que se asoman al mar en abruptos acantilados. Su puerto pesquero es el sitio perfecto para degustar algo de pescado o marisco fresco o, incluso, sentarse al borde del mirdor, con los pies colgando al mar, a comer el ya tradicional fish and chips. También se puede dar un paseo por los espigones contemplando los bacos del puerto o hacer una bonita vista al faro.

Este camino hacia el faro está perfectamente señalizado y, aunque hay que tener cuidado (el peligro de darse un chapuzón a cualquier descuido es permanente en este pequeño pueblo) se disfrut de unas fabulosas vistas al mar desde lo alto de los acantilados, su furia batiente contra las rocas o los pescadores aprovechando su calma esporádica.

Además, se dice que cuando llueve, salen las focas a comer. Y aunque se habla de ellas en plural, puede ser que sólo veáis a una, la cual, nos encontramos y hacía gala de sus monerías para conseguir comida. Es muy mona y ver a estos animales en su hábitat "natural" hace que disfrutes aún más de toda la naturalidad que desprende la verde isla Esmeralda. He de decir, en favor de la foca, que está un poco gordita, porque como he dicho antes, se pasea por el muelle para conseguir comida (de lo cual deducí que ya se lo tiene aprendido y creo que sabe que es mejor quedarse cerca que aventurarase mar adentro).

Howth es una postal única e inolvidable, de modo que antes de coger el tren y pararse en cualquier pueblecito, paraos por Howth porque merece mucho la pena antes que otros, quizá.














































Fuente: Excursiones- Howth, Viajar a Dublín (www.viajaradublin.com)