dimarts, 29 de setembre del 2009

Galway y las Cliffs of Moher

Irlanda sorprende en todos sus rincones y costas, ofreciendo espectáculos naturales increibles que, aunque puedas sintetizarlos en bellezas naturales en estado puro, nunca te dejan de sorprender y no puedes evitar ver las diferencias entre estas postales de ensueño.

Otra de las maravillas que ofrece Irlanda, es el contado de Galway, situado a la costa oeste de la isla, justo al otro lado de Dublín.

Galway se ofrece al visitante como una ciudad asequible, juvenil y dinámica, convirtiéndose en los últimos años en una de las ciudades con más crecimiento económico.

Para perderse un momento por los pensamientos, para navegar por encima de la infinidad marítima y para disfrutar de paz y tranquilidad, para fumarte un cigarrillo y filosofar sobre el futuro, el presente y lo no conocido, lo mejor es pararse y sentarse, un buen rato, en las Cliffs of Moher.


Las Cliffs of Moher son una sucesión de acantilados cortados por el mar que normalmente se muestra bravo y donde puedes alzar los brazos para volar, para sentir la libertad, incluso con nubes grises que nublan el cielo. No están en Galway mismo, sino que tienes que coger algún medio de transporte para llegar a través de una carretera llena de curvas que puede causar algún que otro mareo. Se encuentran en el condado de Clare, cerca de Doolin y del aeropuerto de Shannon. Los acantilados se dibujan sobre el mar a lo largo de 8 quilómetros y llegan a alcanzar unos 214 metros de altura.


Postal de Galway




Cliffs of Moher. Arriba se puede ver la Torre O'Brien

















Autora de las fotos: Mónica Sánchez

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